DIARIO DE UN VIAJE RUYAN DE CONSTRUCCION DE CIUDADES. 26 de febrero

Baikal

Nuestros jeeps cruzan el lago Baikal. Cuanto más entramos hacia el centro del lago, en más temeroso se conviertan los temas de nuestras conversaciones. Nos detuvimos en el medio del lago, salimos de los coches e hicimos un agujero en el hielo. Bebemos con placer aquella agua. Miro a mí alrededor y veo las caras felices de personas de todo el mundo: Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Taiwán, Bielorrusia, China, Israel, Venezuela. El «Expedition Trophy» ha tenido la capacidad de juntar en un mismo equipo todas estas personas comunes oriundas de los más diferentes puntos del planeta. En esta corta parada reina la euforia, la alegría y la fraternidad. Hemos alcanzado finalmente la ciudad. Grietas milimétricas en el hielo – resultantes de micro terremotos – nos obligan a aumentar la velocidad. La percepción del peligro agudiza a nuestros sentidos. Después de pasar la noche en un lugar que parecía un cuento de hadas, muy poco común, seguimos para Buriatia y la región de Irkutsk. Entramos en una póznaya (establecimiento donde se puede comer “póza”) y les preguntamos a la gente que allá trabaja si ese estabelecimiento no está, por casualidad, en la Asociación Rusa de Retrasados…

En los coches, los equipos siguen siendo internacionales.

Juegos de palabras obtenido gracias a la similitud de la palabra «Poza» (comida tradicional de la zona) con las palabras «tarde» y «retrasado»